No te niegues a evolucionar, no vas a perder la felicidad que sentías cuando eras pequeño, simplemente vas a encontrar una nueva manera de ser feliz.
Hace tiempo descubrí este vídeo, en aquel momento me transmitió un mensaje divertido con el que me veía bastante identificado, pero a día de hoy, con el paso del tiempo y la acumulación de experiencias, he vuelto a verlo por casualidad y las conclusiones han sido distintas.
Hay muchas personas que se niegan a evolucionar con tal de no perder la felicidad que sentían cuando eran pequeños y no tenían ninguna responsabilidad.
Esto es ley de vida, y nos guste o no, los años pasan, vamos creciendo y llega un momento de nuestra vida en el que tenemos que generar ingresos de alguna manera para poder seguir jugando a este complicado pero emocionante juego en el que unos se niegan a participar y otros deciden jugar.
Tan respetable es una decisión como la otra, pero cuando eliges la opción de jugar, tienes que aprender y cumplir ciertas normas, asumir tus responsabilidades y tomar una serie de decisiones que te llevarán por un camino o por otro.
No, no se trata de trabajar en algo que no nos mole y que hagamos casi a regañadientes para poder conseguir dinero de cualquier manera y 15, 30 ó 60 míseros días de vacaciones al año.
Creo que más bien se trata de conseguir disfrutar con el trabajo que realicemos y saber compaginarlo bien con el resto de cosas que nos gusta hacer cuando no estamos trabajando.
A mí por ejemplo, uno de los trabajos que más me ha hecho disfrutar hasta el momento, ha sido presentar el programa Sport & Trops. Se complementaba a la perfección con el resto de mis inquietudes y me hacía muy feliz.
Motivos por los que ese trabajo me hacía disfrutar tanto:
- Porque me lo pasaba genial con los pequeños y pequeñas que conocíamos en los coles que íbamos visitando.

- Porque la visión, misión y valores del proyecto iban en la misma línea que mi escala de valores.

- Porque el proyecto fomentaba el deporte con valores y los hábitos de vida saludable.

- Porque el equipo de personas con el que trabajaba era el adecuado para aprender, crecer y superarse, nos entendíamos muy bien, la sensación de trabajo en equipo estaba siempre presente y el clima laboral era propicio y adecuado para conseguir una productividad divertida y eficiente.

- Porque veía y sentía que mi trabajo aportaba valor al proyecto y eso me hacía sentir útil y valorado.

- Porque muchas de las cosas que nos pasaban eran muy divertidas y me hacían reir hasta el punto de derramar lágrimas de alegría, a veces no podía parar de reir por cosas absurdas que solo entendíamos los compañeros del equipo, jajaja.

-
- Porque el trabajo tenía su punto de aventura, muchas horas de furgoneta surcando carreteras, atravesando diferentes ciudades y descubriendo nuevos horizontes.
- Porque me ofrecía la posibilidad de entrevistar a grandes deportistas de los que aprender valiosas lecciones y a través de las cuales hacer llegar valiosísimos mensajes a los profesores, padres y niños.

- Porque unía tres de mis grandes pasiones, la comunicación, la educación y el deporte con valores.

- Y aunque os parezca una tontería, porque el programa se emitía por televisión en directo y a la carta, y de esa manera podía enseñarle a muchas personas y en especial a mi abuelo Antoñete y a mis padres Encarni y Manuel, todos los logros que estaba consiguiendo hacer realidad con mi esfuerzo, compromiso y dedicación.
Es evidente que soy muy feliz cuando trabajo en proyectos donde se mezcla la comunicación, la educación y el deporte con valores.
El proyecto Sport and Trops finalizó por motivos ajenos a nuestro equipo, yo a día de hoy no termino de comprender muy bien, porque algunas personas se empeñan en frenar el crecimiento y desarrollo de proyectos tan necesarios como este para deportistas, profesores, padres y sobre todo, para los alumnos/as de los colegios de toda España.
Cuando el agua no va por tu cauce, lo primero que tienes que hacer es dejarla correr por su torrente natural y lo segundo, no empeñarte en desviar su imparable destino.
Estoy totalmente convencido de que si no es a través de este proyecto será a través de otro, está claro que cuando una idea es buena y necesaria, solo es cuestión de tiempo que se convierta en una realidad de éxito.
Para finalizar y volviendo a enlazar con el vídeo del principio, es cierto, que unos días disfrutaremos más en el trabajo y otros menos, no siempre vamos a estar extremadamente felices, pero ojo, hay que estar bien atentos para detectar a tiempo el momento en el que los días infelices ganen por goleada a los días felices en el trabajo. Si algún día llegamos a encontrarnos en esa complicada situación, hay que hacer un alto en el camino para plantearse seriamente un posible cambio.
A modo de resumen solo puedo concluir reiterando lo que cada día tengo más claro, de mayor no quiero ser pequeño, quiero ser feliz.
Voy a seguir esforzándome cada día más y quejándome cada día menos, para formar parte lo antes posible de un nuevo proyecto que me ilusione, me llene de vida y me permita seguir contagiando mi felicidad a los demás.
Y vosotros/as, ¿de mayores queréis seguir siendo pequeños/as ó queréis ser felices?
PD: Por cierto, la parte que más me gusta del vídeo del principio es esa en la que dice lo de “desororante”, “ninero” y “borreguiiiiiiiitos”, jajajaja, me encanta 🙂
#pequeño #feliz #JorgeAguilera